sábado, abril 26, 2008

Cordialidad

Cada impulso es flujo nuevo en las entrañas. Cada esfuerzo es vida llevada un poco más allá. Y hay veces que cuenta con tan poco espacio para henchirse a gusto y palpitar.
Tanto espacio necesario para fluir, y a veces tantas trabas innecesarias que se acumulan por ahí. Se cierran los hombros, cual montañas de angustia a su alrededor. Se hunde el pecho en un mar de tristeza por aquel pasado irremediable. O se tropieza con rencores por esos otros descuidos sin sentido, por alguna torpeza sin razón.
Cómo reconforta la marcha al abrirse el camino, tras saladas olas de tormenta, cuando llegan las dulces lluvias de la paz y la esperanza. Sanan los afectos y los pulsos, la vida recobra plenitud y puede uno entregarse un poco más…

© Ricardo Medina Covarrubias, clipp
26 abril, 2008

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