Pistas circenses
Me topé recién con un amigo y a quemarropa me confesó que su vida estaba hecha un circo.
-¿ Y cómo es eso? Pregunté, esperando la trivialidad.
- Pues mira, me dijo - Voy como va el equilibrista: sostenido sólo de la cuerda del anhelo, con la esperanza de sonreir sin red, de alcanzar la otra orilla, paso a pasito y asumiendo la posibilidad del fracaso sin duelo. Al mirar mi gesto de sorpresa se animó a decirme un poco más:
- Avanzo en el vacío de la vida, saltando de un proyecto laboral a otro. Luego otro, y otro más. Y entre cada uno de ellos el espacio abierto, sin malla de seguridad. Hasta asirme con firmeza otra vez de un brazo amigo. Y abajo los suspiros de alivio porque me mezco una vez más. Y sé que no falta quien quiere verme fallar, pues oigo también el chasquido de labios como diciendo "infeliz, se volvió a salvar".
- Me he vuelto malabarista de pagos recurrentes, tareas múltiples, clases de destrezas varias, mantenimiento doméstico inacabable, rutinas de supermercados y terapia familiar.¡Ah! y es sólo eso cuando no estoy peloteando algunas ideas de política o futbol con los amigos. Con tantas esferitas de trivialidad aérea estoy todo el día hecho bolas pues no puedo parar. Ya empiezo a hacer bizcos y muecas de semáforo cuando alguien me quiere aventar alguna más.
- ¡Me voy! Dijo de repente. Tengo que meditar una nueva solución porque a latigazos no se calman las fieras del cuerpo y del deseo. Un día van a romper la jaula y temo por el bien de todo lo demás.
Se alejó mi amigo emboletándome una entrada al portador. Al mirar el papelito me llamó la atención el nombre: circo urbano a cuatro pistas de los Hermanos Comotú.
Clipp, 19 de marzo de 2006
2 Comentarios:
Y yo le agregaría ese vacío terrible que siente uno al seguir en esas pistas personales. La otra es tratar de agradar a todo el público... y pues de vez en cuando sentirse bien al intentarlo. Que bueno que vuelvas a escribir. :)
jajajaja...
Ya había leido el post me cayó simpático, solo que por la prisa no dejé mi comentario.
Releyendo, me asombra darme cuenta la falta de lo siguiente:que en los circos, a pesar del agotador trabajo siempre existe la sonrisa libre, la maravilla de sentirse pleno, fuerte, el gusto por trabajar y como olvidar la calidez de los aplausos... Aun cuando la vida es circo, la emocion de salir a escena persiste antes de cada función.
Abrazos de una ilusionista
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