domingo, marzo 19, 2006

Pistas circenses

Me topé recién con un amigo y a quemarropa me confesó que su vida estaba hecha un circo.
-¿ Y cómo es eso? Pregunté, esperando la trivialidad.
- Pues mira, me dijo - Voy como va el equilibrista: sostenido sólo de la cuerda del anhelo, con la esperanza de sonreir sin red, de alcanzar la otra orilla, paso a pasito y asumiendo la posibilidad del fracaso sin duelo. Al mirar mi gesto de sorpresa se animó a decirme un poco más:
- Avanzo en el vacío de la vida, saltando de un proyecto laboral a otro. Luego otro, y otro más. Y entre cada uno de ellos el espacio abierto, sin malla de seguridad. Hasta asirme con firmeza otra vez de un brazo amigo. Y abajo los suspiros de alivio porque me mezco una vez más. Y sé que no falta quien quiere verme fallar, pues oigo también el chasquido de labios como diciendo "infeliz, se volvió a salvar".
- Me he vuelto malabarista de pagos recurrentes, tareas múltiples, clases de destrezas varias, mantenimiento doméstico inacabable, rutinas de supermercados y terapia familiar.¡Ah! y es sólo eso cuando no estoy peloteando algunas ideas de política o futbol con los amigos. Con tantas esferitas de trivialidad aérea estoy todo el día hecho bolas pues no puedo parar. Ya empiezo a hacer bizcos y muecas de semáforo cuando alguien me quiere aventar alguna más.
- ¡Me voy! Dijo de repente. Tengo que meditar una nueva solución porque a latigazos no se calman las fieras del cuerpo y del deseo. Un día van a romper la jaula y temo por el bien de todo lo demás.
Se alejó mi amigo emboletándome una entrada al portador. Al mirar el papelito me llamó la atención el nombre: circo urbano a cuatro pistas de los Hermanos Comotú.

Clipp, 19 de marzo de 2006

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2 Comentarios:

At 11:37 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

Y yo le agregaría ese vacío terrible que siente uno al seguir en esas pistas personales. La otra es tratar de agradar a todo el público... y pues de vez en cuando sentirse bien al intentarlo. Que bueno que vuelvas a escribir. :)

 
At 9:32 a.m., Blogger Zaz dijo...

jajajaja...
Ya había leido el post me cayó simpático, solo que por la prisa no dejé mi comentario.
Releyendo, me asombra darme cuenta la falta de lo siguiente:que en los circos, a pesar del agotador trabajo siempre existe la sonrisa libre, la maravilla de sentirse pleno, fuerte, el gusto por trabajar y como olvidar la calidez de los aplausos... Aun cuando la vida es circo, la emocion de salir a escena persiste antes de cada función.
Abrazos de una ilusionista

 

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