viernes, julio 23, 2010

Prodigios cotidianos


Soy testigo de prodigios cotidianos. No es que salgan en los diarios a ocho columnas, pero sí suenan los clarines y descienden haces de luz a mi corazón. Presencio las noticias más grandiosas, que no son charla de café ni noticiero, sino un diálogo interno de perpetua alegría y la posibilidad de encuentros a corazón abierto.

Invocar de nuevo a los niños. Reír hasta que salten las lágrimas. Reencontrar la belleza interior. Activar la vida en baile y sonrisas. Respetar el silencio y esperar a que sea el momento. Ubicar con gozo la beca por la vida. Coexistir con procesos incomprensibles que también toman su lugar. Entregarse porque sí. Permitir que fluyan las lágrimas hasta volver a reír.

Y tras abrazar estos prodigios de otros, zambullirme en la conciencia de que esos instantes soy también yo.


Ricardo Medina
23 julio 2010

Etiquetas: , ,

martes, febrero 02, 2010

Narices rojas

Si con ansiedad y dolor tu familia vela
pues tu niñez por momentos queda coja,
quizá no por insensatez y bagatela
surja también una brillante nariz roja.

Verás tras mi antimáscara que devela
mirada de encuentro y sonrisa boquifloja
que el juego enfocado deja suave estela
para retomar tu andar y desechar congoja.

Me lleno el cuenco de las manos de aliento,
con jerarquía pequeña y tendencias aliviosas
contigo juego a lo que toque en el momento.

Al portar efímero y perenne circo de mariposas,
que para cada hermano en dolor buscan encuentro,
somos canales y testigos de obras prodigiosas.

Con mucho afecto a todos los médicos de la risa, portadores de la esperanza y el bienestar compartido.

Ricardo Medina, 29 enero 2010

Etiquetas: ,

viernes, febrero 23, 2007

Abrazo de oso

Este despertar de año me recuerda el entumecimiento que siento tras cada hibernación.

Y es que siempre, tras comer y hartarme de experiencias, me inunda un sopor de ensueño. Después de alimentarme de encuentros cotidianos, asimilar su profundidad en mi vida equivale a tremenda digestión. Ahíto de sonrisas y recuerdos plenos, ruedo rechoncho y feliz. Me froto contra los árboles otoñales hasta agotar la comezón del cambio. Cada ciclo olisqueo los frentes fríos abrigado en la calidez de mil abrazos. Contemplo después maravillado los rizos del viento, que los blizzards muestran al nevar.

Me retraigo pues a meditar, bajo el manto blanco de silencio invernal. Sin que mota extraña modifique lo más mínimo el impecable papel. Las reservas del recuerdo y la confianza bastarán.

Hace días que giran las ideas deseando resurgir. Me queda un poco grande el abrigo de los grandes, que no cesaron de cantar. Salud amigos que, aunque algo entumecido, celebro despertar. Gruño gustoso a la fraternidad.

© Ricardo Medina Covarrubias, clipp
23 de febreo de 2007

Etiquetas: ,

martes, noviembre 14, 2006

La geografía se equivoca

Un cambio de latitudes cual reflejo de la hermandad más allá del ecuador. Lima y México, entrelazadas desde tiempo inmemorable: más allá de latitudes, tiempos y espacios.

Viven ambas con orgullo el simbolismo de su pasado indígena y colonial, corren en vertientes paralelas Tupac Amaru y Cuauhtémoc, María de Guadalupe y una cohorte de arcángeles, una plaza de armas y otra constitucional. Y las dos reinventan gradualmente su presente indígena, que reconquista su espacio en las remesas migratorias; lo mismo da si hay que cruzar el Atlántico o el Río Bravo.

Palpita el encanto de su gente en la cortesía, la solidaridad y el buen comer; da lo mismo si hay que decir por favor al dar o al pedir, con igual entusiasmo se devora el cebiche que los tacos al pastor. Basta con llegar a la rectitud de intención para que todo lo demás sea gratuito: son afines el pisco y el tequila, el sol y el peso, los barrios de Barranco y Coyoacán, la sonrisa callejera y el secreto empresarial. – Y también en ambas latitudes la cultura vial es casi criminal.—

Se emparejan en sincretismos integradores, luchando contra la claustrofobia de un valle central, la mala prensa y el protagonismo de sendos vecinos. Y con ambos brazos bregan hacia el progreso aprovechando todos los recursos a la mano, semejantes resultan así la Caja Metropolitana y el Montepío de Luz Saviñón, la riqueza aurea y el petróleo, la Corriente del Niño y las lluvias de temporal.

Qué honor ser testigo de tantas sorpresas positivas, qué privilegio encontrarme con tantos hermanos nuevos y profundizar en los encuentros que ya son. Empiezo a considerar la geografía se equivoca y el ecuador está mal puesto, pues hay tal afinidad entre México y Lima que tenemos que estar exactamente a la misma latitud, sólo que los chilangos en el norte y los limeños en el sur.

© clipp, 14 de noviembre, 2006
Ricardo Medina Covarrubias

Etiquetas: ,

domingo, marzo 19, 2006

Pistas circenses

Me topé recién con un amigo y a quemarropa me confesó que su vida estaba hecha un circo.
-¿ Y cómo es eso? Pregunté, esperando la trivialidad.
- Pues mira, me dijo - Voy como va el equilibrista: sostenido sólo de la cuerda del anhelo, con la esperanza de sonreir sin red, de alcanzar la otra orilla, paso a pasito y asumiendo la posibilidad del fracaso sin duelo. Al mirar mi gesto de sorpresa se animó a decirme un poco más:
- Avanzo en el vacío de la vida, saltando de un proyecto laboral a otro. Luego otro, y otro más. Y entre cada uno de ellos el espacio abierto, sin malla de seguridad. Hasta asirme con firmeza otra vez de un brazo amigo. Y abajo los suspiros de alivio porque me mezco una vez más. Y sé que no falta quien quiere verme fallar, pues oigo también el chasquido de labios como diciendo "infeliz, se volvió a salvar".
- Me he vuelto malabarista de pagos recurrentes, tareas múltiples, clases de destrezas varias, mantenimiento doméstico inacabable, rutinas de supermercados y terapia familiar.¡Ah! y es sólo eso cuando no estoy peloteando algunas ideas de política o futbol con los amigos. Con tantas esferitas de trivialidad aérea estoy todo el día hecho bolas pues no puedo parar. Ya empiezo a hacer bizcos y muecas de semáforo cuando alguien me quiere aventar alguna más.
- ¡Me voy! Dijo de repente. Tengo que meditar una nueva solución porque a latigazos no se calman las fieras del cuerpo y del deseo. Un día van a romper la jaula y temo por el bien de todo lo demás.
Se alejó mi amigo emboletándome una entrada al portador. Al mirar el papelito me llamó la atención el nombre: circo urbano a cuatro pistas de los Hermanos Comotú.

Clipp, 19 de marzo de 2006

Etiquetas: ,

viernes, agosto 19, 2005

Miedo

De niño tuve miedo a dormir con la luz apagada
Y de vez en cuando a algún monstruo bajo la cama.
Le tenía miedo a mi tía de talante siempre gruñón
Cuando despertaba claro, pues dormía como lirón.

Cuscús provocaba un balonazo de fut en los bajos,
pero mejor todavía arderse y acabar a chingazos.
Me daba terror el engendro que nos daba Geografía
y más aventarme un extraordinario de esa porquería.

Oso a enfermarme y volverme gradualmente loco
Después del destrampe y de cuidarme muy poco.
Temer por mi vida, una vez en el Caribe buceando
pues una barracuda enorme me andaba almorzando.

Justo ayer la Traición se robaba noches de sueño
más nunca logró arrebatarme tan solo un anhelo.
Pero usar mi vida de modo rutinario y miserable,
me provoca terror y me resulta vacío, inaceptable.

Siendo mi destino orientar y alumbrar el camino
Mi angustia se asemeja a esos miedos de niño:
Soportaré los balonazos y la traición en la espalda
pero no quiero que al yo Dormir, siga tu luz apagada.

© Agosto 13, 2001.

Etiquetas: , , ,

lunes, agosto 15, 2005

Sandías

Crece a tu gusto todo lo que quieras y sorprende con tu tamaño corpulento. Deja tu corazón siempre rojo encendido y sacia con creces al sediento.

Que la frescura sea tu símbolo y muy jugosa tu conversación. Que puedas entregarte a muchos y dejar ahíto al más glotón.

Conviértete en el deleite de los niños y repártete en grandes trozos de emoción. Mantén tu interior lleno de semillas y arrójalas una a una con sorpresa y diversión.

© Noviembre 18, 1998.

Etiquetas: ,

Recuerdos del Mar

--Para María del Pilar. © Julio 1, 1998

Un inicio cual furia de tormenta. Y yo atónito, embarcado en mi frágil existencia frente a ti, adulta y en todo potencial. Evoco claramente la ansiedad y el temor de cada encuentro frente a tí. Miedo como a aquellos seres míticos e incomprensibles que devoraban naves enteras porque sí...

Hoy es día del Señor. Mi corazón de siete años palpita fuertemente de emoción. Viento de curiosidad en las velas. Sé que estamos en zona de peligro y sin embargo seguimos adelante en la temeraria exploración. Se cuentan historias de aterradores gritos en la noche y fuerza incontrolable que surge y se desvanece sin causa aparente. Con cautela avanzamos, atentos a cualquier señal de peligro: nubes de tormenta, el mar hirviendo, algún relámpago fulminante quizás. Camino con cuidado, pero un paso en falso y la duela cruje bajo mis pies.
--¿Qué hacen aquí? preguntas despertándote con ronca voz.
Y huímos veloces de tí, monstruo marino, con un grito de regocijo y ansiedad...

El conflicto se acrecienta, y hay entre nosotros quienes preparan sus armas contra tí, alimentados por el resentimiento y el dolor. Ambos somos adolescentes de corazón. Frases de furia alimentadas por el fanatismo de su propia verdad fragmentada. En mí la curiosidad, se ha enfocado a otras cosas y te contemplo a veces desde puerto; en ocasiones embravecida, otras tantas impasible. Pasará buen tiempo antes que volvamos a encontrarnos...

Han pasado varios años y me he mudado temporalmente junto al mar. He tomado mis reservas pues se sabe de su legendaria volatilidad. Más viviendo en la playa distingo un cambio radical: han construido un dique de soledad con tabiques incomprensión. Banderas negras advierten “Peligro: locura y tempestad”. En aislamiento, has transformado tu frustración en sueño y televisión. Hay, sin embargo otros junto a tí. Más cruzando nuevamente la puerta, gradualmente nos acercamos y escucho tu brisa, tu llanto y tu rugir. Aquellos aterradores alaridos nocturnos de mi infancia no son más que un detalle que logramos fácilmente reconciliar. La sorpresa se transforma en un tímido abrazo cariñoso. Nuestro breve encuentro se ha vuelto inmortal.

Hoy la marea ha bajado como nunca y no te veré más. Tu imagen vive fresca en mí y en otros, sin dudar. Esperaré algún tiempo y nos volveremos a encontrar, en un lugar y en un instante que no acabarán.

Etiquetas: , ,

El Río

-- Dedicado a mi hija mayor. © Enero 1998

Júbilo por tu sola existencia. Festejo por el simple hecho de contarte entre nosotros, no digamos ya por verte sonreír y fortalecerte, comer y dormir. Gozo al reflejarme en tus ojos inquietos, persiguiendo tu mirar.

Me sorprendo a mí mismo en una suave emoción que me arrulla, cuando me encuentro abrazándote para procurar tu dormir. Me encuentro feliz en el vínculo que nos nutre, como aquel río que fluye en el campo, inundándolo de vida y de fulgor. El campo recibe del agua la vida, el río encuentra en el campo su destino y la paz. Curioso es que me regreses ya vida cuando, por ser yo tu padre, de mi lado la entrega se supone que está.

Noto en mi otra mitad, como nunca antes entrega y felicidad. Nuestro vínculo se transforma de pareja a familiar. Su espera amorosa para establecer el contacto, después de la ola emocional. Su fuerza, a pesar de el dolor y el cansancio, para ofrecer su seno una vez más. Hay vivencias que con palabras no soy capaz expresar.

Ayer un hombre sabio me dijo:
---Imagina que igual te quieren tus papás.

Y me descubrí navegando en un río antiguo.
Viajando en un amplio caudal de armonía, entrega y paz.

Etiquetas: ,