Yacimientos

Tanto tiempo de por medio y aún yacían en mi las vetas del aislamiento. Sedimentos que estuvieron antaño a flor de piel en ansiedad y desconsuelo. En la prehistoria de mi adultez. Y fueron cubiertos por capas de horas de televisión, libros de texto, largas faenas laborales y regocijos de paternidad.

Hasta que recién me di cuenta que esta aridez cultivada --si bien me ha llevado a buscar y beber en manantiales más profundos-- no ha sido grato abrevadero para el resto.

Y no sólo eso, las vetas con el tiempo se han transformado. El añejo dolor ha forjado el temple para ver personas más allá de puestos y contextos. La pesadez de la angustia se ha transmutado en el oro del entendimiento. Los incendios de abuso se han cristalizado en espacios de respeto y dignidad.

En la sabiduría de la Tierra, cada instante ha sido perfecto. Me ofrezco ahora en sólido encuentro, luminoso espacio y transparente aprecio. Gracias por sembrar el yacimiento. Gracias por el impulso del encuentro. Gracias por la minería del descubrimiento.

© clipp, 26 de mayo 2006