Narices rojas
Si con ansiedad y dolor tu familia vela
pues tu niñez por momentos queda coja,
quizá no por insensatez y bagatela
surja también una brillante nariz roja.
Verás tras mi antimáscara que devela
mirada de encuentro y sonrisa boquifloja
que el juego enfocado deja suave estela
para retomar tu andar y desechar congoja.
Me lleno el cuenco de las manos de aliento,
con jerarquía pequeña y tendencias aliviosas
contigo juego a lo que toque en el momento.
Al portar efímero y perenne circo de mariposas,
que para cada hermano en dolor buscan encuentro,
somos canales y testigos de obras prodigiosas.
Con mucho afecto a todos los médicos de la risa, portadores de la esperanza y el bienestar compartido.
Ricardo Medina, 29 enero 2010
Etiquetas: amistad, risaterapia