Fresno
Hoy crucé en mi camino con un fresno
y el noble gigante me mostró
lo que es tener confianza en la tierra:
aprender a beber de ella el sustento,
enraizar y tener los cimientos correctos.
Bajo la invulnerable coraza
me tocó con su tronco rugoso
y percibí cómo su dulce savia fluia:
una pasión irresistible que asciende
para volcarse en retoños de vida.
Hacia el cielo, el poder de expandirse a lo vasto,
múltiples rutas meciéndose al viento,
una escarcha floral de blancas ofrendas:
en el vértice del contacto infinito
recibiendo de lo alto el radiar de alegría.
Hoy al cruzar el camino
descubrí al fresno que aspiro que en mi habite.
© clipp, 16 de junio 2006